¿Qué tal estáis? ♥

Recuerdo una conversación hace un par de semanas que ha inspirado este post. Hablé con mis amigas de los propósitos de año nuevo. De cuales son realistas y cuales no; y del porqué muchos de ellos solo conseguimos aplicarlos a principio de año. Después estos propósitos quedan en el olvido, hasta el año siguiente dónde volvemos a probar con todas las ganas del mundo y pensando ¡ahora sí que sí!

¿Por qué pasará tanto?
Llegamos a varias conclusiones, a ver qué os parecen; o si os sentís identificadas con alguna de ellas.

Motivación sí, pero hay más

Uno de los motivos principales: confiar y basarnos en la motivación que sentimos sobre esa tarea u objetivo.
No me malinterpretéis; la motivación es el motor perfecto para tirar adelante cualquier proyecto que nos propongamos. Pero si queremos conseguir cosas nuevas, es que vamos a tener que introducir nuevos hábitos en nuestro día a día. Y cuando estamos motivados todo es mucho más sencillo por que tenemos ganas de sentirnos retados y así mejorar. Pero … ¿y los días en los que no nos levantaríamos de la cama?
Se está tan calentita… y hace tanto frío fuera… ¡Quién va al gimnasio ahora!
¿Os suena? Es un ejemplo muy básico de entre cientos, pero así entendéis lo que quiero decir.

Ayudarnos con técnicas sencillas para vencer esos momentos de desgana y duda. Por que tendremos momentos así, TODOS; y no por eso nos hemos de sentir que fracasamos en nuestros propósitos. Somos humanos y es muy normal sentirse así.
Lo que sí marca la diferencia, es la decisión que tomamos en esos instantes. ¿Que nos costará mas o menos? Seguro.
Así que aquí van unas cuantas técnicas que me han parecido interesantes y dignas de probar para ver si nos funcionan.

Técnicas que nos pueden ayudar:

La regla de los 5 segundos: Para levantarnos, o empezar cualquier cosa que nos da un palo inmenso empezar. Contar 5, 4, 3, 2, 1… y empezar a hacer la acción sin pensar, así ya estamos en ello, y no le damos al cerebro el tiempo para dudar y buscarse una excusa para retrasar o post-poner la tarea.

El diario de los 5 minutos: Es simplemente dedicarnos cinco minutos (se pueden repartir entre cuando nos levantamos y antes de irnos a dormir) para escribir y ser más conscientes de las cosas por las que estamos agradecidos. No tienen por que ser grandes cosas, pero si aprendemos a ver aquello que nos da la vida; miraremos con nuevas perspectivas nuestro día a día.

Y ya que estamos con el número 5; os voy a nombrar algo que Hal Elrod dijo en una de sus charlas, que encontré muy interesante. Es algo así como la regla de los 5 minutos. Mirad, a partir del minuto 28:40